jueves, 14 de abril de 2011

¿Qué puede hacer usted?

NO COMPRE, ADOPTE!

Si tiene pensado incorporar un animal a su vida piense seriamente en la adopción en lugar de en la compra. Por defecto tendemos a pensar en la compra a tiendas o particulares, acción que no es en absoluto compasiva ni solidaria con los animales, puesto que por un lado está promoviendo la explotación de las hembras camada tras camada para la obtención de cachorros y por otro no ayuda a sacar de la calle o de un refugio a un animal abandonado o rescatado, cuando hay miles de perros y gatos en su país que necesitan urgentemente un hogar.

El argumento más utilizado para sostener la compra de una mascota es la querencia por una determinada raza; por desgracia, actualmente podemos encontrar perros de pura raza en refugios y protectoras. Con un poco de interés podrá hacerse con uno de ellos dando un nuevo hogar a un animal que realmente lo necesita y dejando un sitio libre en el regufio para otro cuya vida puede estar en peligro.

Además, en los refugios los voluntarios tratan muy de cerca a los animales acogidos y conocen de primera mano el carácter de los perros y gatos que ofrecen en adopción; ellos pueden asesorarle sobre cuál de ellos puede adaptarse mejor a su familia, tipo de vivienda y forma de vida.

Adoptar un animal es una acción compasiva, solidaria y respetuosa con los animales; comprarlo, no lo es.


EN CASO DE SOSPECHA DE MALOS TRATOS...
Ante una sospecha de malos tratos a un animal

1. Sea objetivo. Actúe con objetividad, verifique que realmente está sucediendo aquello que parece. No siempre las cosas son lo que parecen a primera vista. Identifique quién es el dueño y cuáles son las condiciones reales del animal en cuestión.

2. Dialogue. Una vez que tiene claro que existe un problema, trate de llegar a la mejor solución posible utilizando el diálogo con la persona encargada del cuidado de ese animal. En ocasiones este diálogo puede suponer la diferencia entre salvar a tiempo al animal que está sufriendo malos tratos o perderlo a manos de un dueño irresponsable, ignorante o cruel.

3. Denuncie. Si no hay entendimiento ni posibilidad de conseguir mediante el diálogo una opción digna para ese animal, denuncie por quien no puede hacerlo.

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